jueves, 15 de agosto de 2002

La hora de la materia gris

Analizando los fundamentos éticos y políticos en que se apoya el gran movimiento social creado por Juan Perón, y su justificación histórica, podemos expresar que ha pasado casi sesenta años, codo a codo con el pueblo trabajador y los humildes sin que proscripciones, persecuciones, cárceles, allanamientos, atentados, fusilamientos y crímenes, hasta de lesa humanidad, hayan dejado en el alma peronista temores ni rencores. El latir de los corazones y la voz de la sangre evocando a lo telúrico; la estirpe, la raza; algo anuncia el quiebre de lo que nos impulsa como hombres y como pueblo. Sin embargo a quienes profesamos el sentir de la Doctrina Peronista, nada perturba nuestra serenidad, o nuestra conciencia. Seguros de nuestro ser y conscientes de ser artífices de nuestro destino nos quitamos la hojarasca utilitaria que tiende a perturbar y distorsionar nuestras vidas. La alegre disposición del pueblo argentino en pos de sus anhelos y de justicia, reflejada en mi retina, grabó en mi memoria ese sueño recurrente de la unión del pueblo en armonía social para impulsarse hacia su felicidad junto a los pueblos de América. Y como las grandes ilusiones suelen conquistarse si se es más fuerte que la adversidad y su impulso vence a los obstáculos que nos tienen contra la materia, es cuando en el cielo de los ensueños se iluminan resplandecientes las estrofas del “Quijote” cabalgando... “Con la lanza en ristre, todo fantasía, y la adarga al brazo, todo corazón.” Desde 1943 existe en la Patria un gran movimiento al servicio de la Justicia Social. Ajeno a los bloques que se disputaban la hegemonía del mundo, se dispuso a alcanzar con medios pacíficos el entendimiento dentro de las discordias políticas, la cooperación y solidaridad entre los sectores con distintos intereses y la fraterna hermandad entre todos los argentinos. Sin derribar la cumbre, elevó lo deprimido; abrió las puertas del gobierno y del bienestar a los humildes; elevó la cultura alentando a la inteligencia y premiando a la laboriosidad individual. Sin embargo, infiltraciones produjeron desviaciones y deformaciones, y a pesar de ello las masas han reaccionado en defensa de la doctrina social de Perón. Hoy esas masas que comprenden una gran clase media y la casi totalidad de los humildes están a merced de la aventura; de la audacia; de la impericia. Los últimos bastiones de materia gris del Peronismo deben unirse en el esfuerzo por evitar el derrumbamiento definitivo de la cohesión que la necedad de gobernantes incapaces; dirigentes políticos de comprobada ineptitud; y comunicadores interesados han colocado en el umbral de la disolución nacional.

Jorge Burzaco Osinde
Proyección Vecinal

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