El gobierno de los medios

Nada más peligroso que un medio de comunicación cuando su propaganda se transforma en maligna, artificial e insidiosa. Es que hoy, la moderna propaganda, está dedicada al hedonismo y no exalta la verdad ni la justicia; tampoco los valores morales; va directo a las bajas pasiones y en especial al interés y al egoísmo mediante sofismas más o menos habilidosos. La noticia deja de ser tal cuando es falsa. En este punto es donde comienza a crecer la necesidad del sofisma; este cumple la función de introductor de una premisa, extraña a la cuestión, dentro del razonamiento y lo falsea; pero nuestra prensa va más allá porque utiliza, más que un medio falaz para argumentar, a la conclusión del sofisma hecho sentencia. La introducción del axioma en la inteligencia de la noticia, excluye la necesidad de la argumentación operando dogmáticamente (1). El tan meneado: Ahora dicen... comienza a tener así, su justificación. Hasta mediados del siglo XX, los medios eran símbolo de opinión pública, pero ya a fines de ese siglo y por la naturaleza de los mismos, los medios pasaron a ser el instrumento de la oligarquía adinerada. Los nuevos tiranos: Capitalistas y Editores; ellos son quienes se apoderaron del mundo. Los medios de prensa, fundados para pregonar la verdad, hoy impiden que esta se diga. De allí que ya no haga falta luchar contra el intento de ejercer la censura de prensa; esta ya no hace falta, nadie la ejerce mejor que la prensa misma... Así, el sofisma utilizado por los medios se ha ido transformando en: Zoncera (2). De allí la zoncera de la Absoluta libertad de prensa, que trajo aparejada la aparición de multimedios o vulgares oligopolios de prensa oral, escrita, y televisiva; algunos originados en el lavado de dinero, excelente inversión que aquí en argentina, y amparados por la zoncera de la absoluta libertad de prensa, jamás podrán ser investigados. Ellos monopolizan entre otras gangas: el fútbol, el automovilismo, la pornografía, el cine por TV, las tele ventas, y...la política; claro está que sin elevar la cultura ciudadana. Hoy los medios movilizan a la gente como uno a Plaza de Mayo, motorizando cacerolazos que degeneran en violencia y muerte que luego se endilgan, según conviene, al mismo gobierno o a la izquierda violenta siempre útil al efecto. Ya no quedan dudas que la libertad de prensa se utiliza, en la Argentina, para fines personales y de grupos; hecho este que debemos aceptar, pero que todos debemos aceptar; porque si yo querello a denominado periodista entonces se ampara en el Artículo 14 de la Constitución Nacional, el mismo que lo protege para calumniarme... Fueron las zonceras las que ilusionaron a los progresistas del siglo XIX; término que también utilizan los socialdemócratas en la actualidad y que al igual que en aquella época, intentan inmovilizar el país dentro de una concepción perimida y reaccionaria. Para ello apoyados en las zonceras, que desde los medios engulle ávidamente nuestro medio pelo criollo, lograron imponer otra vez de la mano de la Social Democracia europea un gobierno de neto corte intervencionista. Una verdadera ley de radio difusión y T.V. podrá colocar las cosas en su lugar, pero una ley que no proteja solo a quienes, con ondas de alcance privilegiado y capital fuera del país, pregonan sobre ética política y como gobernar cuando al aire reconocen haber votado, siempre, por nuestros defraudadores.

(1) Manual de Zonceras Argentinas, Arturo Jauretche
(2) Zonzos y Zoncerías, Amado Alonso

® Jorge Burzaco Osinde
Proyección Vecinal